Los productos que produce la empresa deben cumplir con ciertas características y estándares de calidad, de lo contrario la empresa no sobrevivirá en el mercado. Además, las mercancías deben poseer estas cualidades no solo en el momento en que los productos abandonan el transportador: las propiedades requeridas no deben desaparecer durante el almacenamiento y transporte de mercancías. Naturalmente, deben conservarse incluso cuando los productos son utilizados por el usuario final.
¿Qué es la calidad y cómo se puede gestionar?
Para cada tipo específico de producto, los organismos estatales e internacionales establecen sus propios estándares de calidad. Este es el nivel mínimo que deben cumplir las mercancías para que sean admitidas en el mercado. Por supuesto, una empresa, en un esfuerzo por satisfacer mejor las expectativas de los clientes potenciales, puede imponer mayores exigencias a sus productos y establecer estándares más altos. El conjunto de medidas que toma la dirección de la empresa para asegurar que los productos cumplan con los estándares establecidos se denomina gestión de calidad.
El proceso de gestión de la calidad es complejo y multidimensional. Involucra a todos los empleados de la empresa, desde los altos directivos hasta los empleados ordinarios. Naturalmente, el papel protagonista en este proceso pertenece a la alta dirección, porque son ellos quienes desarrollan la estrategia y táctica de la organización, se dedican a la fijación de objetivos, etc. Es la alta dirección la que desarrolla soluciones destinadas a mejorar la calidad de los productos y supervisa su implementación en todas las etapas del ciclo de vida del producto.
Sin embargo, sin la gran motivación de cada empleado, la empresa no puede esperar producir productos verdaderamente de alta calidad. Por lo tanto, cada empresa busca involucrar a sus empleados tanto como sea posible en el proceso de trabajo para la máxima realización de sus capacidades intelectuales, creativas y de otro tipo.
Mecanismo de gestión de la calidad
El proceso de gestión de la calidad no comienza en el piso de producción. Primero, las estructuras relevantes de la empresa (por regla general, este es el departamento de marketing) estudian el estado del mercado y hacen un pronóstico de sus necesidades. Con base en la información recibida, los especialistas relevantes participan en el desarrollo y lanzamiento de nuevos productos, y también mejoran constantemente la gama existente de productos y servicios.
La calidad del producto terminado depende directamente de las materias primas y las características técnicas del equipo, así como de las calificaciones de los empleados. Por lo tanto, la empresa debe prestar mucha atención al trabajo con los proveedores, el soporte material de la producción y la recertificación periódica de los empleados.
Directamente en el proceso de producción, las divisiones relevantes de la empresa monitorean la conformidad de la calidad de los productos manufacturados con los estándares planificados: los productos se prueban y los defectos de producción se detectan y evitan.
En todas las etapas de la producción, hay informes internos constantes sobre la calidad de los bienes producidos. Con base en estos informes, la gerencia de la empresa brinda apoyo legal, informativo, logístico y financiero para asegurar la calidad planificada de los productos.
Estándares de gestión de calidad
La garantía de calidad se describe en la serie de normas ISO 9000: 2005. Este documento fue desarrollado por la Organización Internacional de Normalización con base en los principios de calidad total. Las normas ISO no describen específicamente la calidad de los productos y no constituyen una garantía. El propósito del documento es ayudar al fabricante a estandarizar el sistema de gestión a través de auditoría interna, acciones correctivas y un enfoque de proceso para la gestión de la producción. En Rusia, existen versiones nacionales de las normas ISO desarrolladas por el Instituto Ruso de Investigación Científica para la Certificación.
De acuerdo con los requisitos ISO, la empresa en su trabajo debe estar orientada al cliente y la máxima satisfacción de sus necesidades y expectativas. El principio más importante de la gestión de la calidad es un enfoque basado en procesos, que implica la gestión del propio proceso de creación de bienes y servicios, y no solo los productos terminados. Al mismo tiempo, es importante utilizar un enfoque sistemático, porque la producción consta de varias etapas, etapas, elementos que se suman a un sistema dinámico complejo. La mayor eficiencia en el proceso de gestión de la calidad se logra precisamente en el caso de una visión sistemática de los procesos de producción.