Programar la limpieza ya no es una rareza en las oficinas y empresas modernas. A veces, los propios empleados tienen que mantener limpias las oficinas debido a la falta de señoras de la limpieza. Surge la pregunta de cómo hacer esto para no ofender a nadie y distribuir las responsabilidades de manera justa.
Instrucciones
Paso 1
Haga una lista completa de los empleados que deberían participar en la limpieza. Concierte una cita y discuta todas las dudas acumuladas al respecto, incluidas las materiales. Cada idea debe ser escuchada para que en el futuro no haya problemas y nadie tenga que defender sus derechos. Para ello, articule claramente las responsabilidades.
Paso 2
Elija a alguien que acepte programar la limpieza y renovarla continuamente. Se puede calcular con una semana, un mes de anticipación. Todo depende de la decisión del equipo y del grado de contaminación. Si el cronograma se elabora para una semana, entonces dos o tres personas pueden participar en la limpieza, lo que simplificará enormemente el trabajo y la distribución de tareas. Este enfoque ahorrará mucho tiempo personal y no molestará a nadie.
Paso 3
Siempre planifique su programa de limpieza con anticipación y ajústelo según sea necesario. Esto es necesario para evitar peleas. Si el conflicto ya está maduro, intente descubrir sus verdaderas causas y encuentre una forma de reconciliación.
Paso 4
Considere las capacidades de cada empleado y muestre respeto. No todo el mundo puede limpiar solo los lunes o, por ejemplo, solo en un día determinado del mes. En este caso, el horario se elabora individualmente, si esto se excluye, los empleados resolverán este problema en orden de trabajo, cambiando el deber entre ellos con un acuerdo personal.
Paso 5
Organice todo de manera competente y cuélguelo en el lugar más visible. En el horario de limpieza, es imperativo indicar el lugar y fecha de elaboración, apellidos, nombres, patronímicos de los responsables de la limpieza y control de la limpieza, los nombres de los lugares de limpieza. Deben existir los precintos necesarios, confirmados por la administración de la organización.