Durante mucho tiempo, la profesión docente ha sido considerada una de las más dignas, nobles y respetadas de la sociedad. Sin embargo, en la actualidad, el prestigio de la profesión docente hace tiempo que decayó. Salarios bajos, controles constantes, a veces una grosería absoluta por parte de los estudiantes: todo esto hace que la profesión docente sea difícil e ingrata. Y, sin embargo, hay algo en ella que la anima todos los días a ir corriendo a la escuela, le brinda alegría y satisfacción moral. Entonces, ¿qué hay más en la profesión docente: pros o contras?
Contras de la profesión docente
Para empezar, conviene destacar las obvias desventajas de la profesión.
En primer lugar, trabajar en la escuela es estresante. Requiere un gran gasto de fuerza mental. Además, el maestro tiene la responsabilidad personal de la vida y la salud de cada estudiante.
En casa, después del final de la jornada laboral, es poco probable que el maestro pueda descansar. Necesita prepararse para lecciones y actividades extracurriculares, revisar cuadernos, trabajar con la documentación del maestro de la clase, etc.
Además, las instituciones educativas realizan controles constantemente, incluida la asistencia a lecciones y el estudio de la documentación. Además, es verificado por los profesores y la administración de la escuela, y todo tipo de comisiones de la administración de educación, obrnadzor, etc.
Y los estudiantes son muy diferentes. Es fácil trabajar con niños inteligentes, diligentes y bien educados, pero a menudo te encuentras con perezosos y maleducados, de quienes puedes esperar rudeza y, a veces, incluso provocación abierta.
A pesar de todo lo que se ha hablado de aumentar los sueldos de los profesores, siguen siendo insignificantes. Al mismo tiempo, para sobrevivir de alguna manera, el maestro tiene que soportar una carga muy pesada, estar literalmente en la escuela desde la mañana hasta la noche. Y en preparación para las lecciones, horas de clase y otros eventos, el maestro también tiene que invertir sus propios fondos.
Ventajas indiscutibles
Parecería, con tantas desventajas, que resulta extraño que alguien más permanezca en la profesión. Sin embargo, la profesión docente tiene innegables ventajas.
La profesión docente es más bien una vocación. Si un maestro ama sinceramente a los niños y su asignatura, puede realizar sus habilidades creativas, transferir sus conocimientos y habilidades a los estudiantes.
En el trabajo, el profesor nunca se aburre. Todos los días se comunica con los estudiantes. Como sabe, todos los niños son diferentes y la comunicación con ellos puede ser interesante y, a veces, incluso divertida.
El trabajo mismo de un maestro es muy específico. No necesita "incubar" una aburrida jornada de ocho horas. Cada minuto para él está lleno de actividad, emociones, comunicación.
La mayoría de las instituciones educativas son organizaciones presupuestarias. Por tanto, a pesar del bajo nivel de ingresos, el docente cuenta con una serie de garantías sociales: pago puntual de salarios, baja remunerada, baja por enfermedad, posibilidad de formación a distancia en una universidad, etc. Además, la baja del profesorado es siempre en verano y dura casi 2 meses.
Y, por supuesto, lo más importante es la gratitud de los alumnos. Si un maestro trabaja por vocación, ama sinceramente a los niños, entonces, por regla general, son recíprocos. Después de salir de la escuela, recuerdan a su amado maestro toda su vida, considerándolo parte del momento más feliz y despreocupado de sus vidas. Y, tal vez, esta gran y principal ventaja pueda compensar todas las desventajas de la profesión docente.