A pesar de que cualquier discriminación, incluida la discriminación relacionada con la edad, se considera una violación de la Constitución, los empleadores a menudo aceptan esto al establecer límites de edad para los candidatos a puestos vacantes. Además, tanto los especialistas jóvenes como los trabajadores experimentados mayores de 45 años están sujetos a esta discriminación.
Razones objetivas de la discriminación por edad
Los requisitos de edad se establecen para casi todas las categorías de trabajadores cuyo trabajo se denomina trabajo de oficina, incluido el personal administrativo, los jefes de divisiones estructurales e incluso los altos directivos. A primera vista, existen explicaciones bastante razonables para tal discriminación por edad. Si hablamos de un joven especialista recién egresado del instituto, está claro que su formación con un diploma apenas comienza. La empresa tendrá que dedicar algo de tiempo, generalmente alrededor de un año, para que él aprenda los conceptos básicos de la profesión y, al mismo tiempo, aún no se sabe si irá a competidores después de eso.
Por otro lado, un trabajador experimentado y altamente calificado generalmente ya se encuentra en una edad crítica. Dado que la tecnología se desarrolla y mejora constantemente, ya no es tan fácil para las personas después de los 45 seguir siendo competentes debido a cierta inercia y conservadurismo inherentes a la edad. Además, tampoco se fomenta la alta cualificación y experiencia de los candidatos, en algunos casos, especialmente cuando la dirección de la empresa tiene menos experiencia y competencia.
Cuál preferir: un especialista joven o un candidato con experiencia
En cada caso específico, será óptimo que los empleados de las agencias de contratación utilicen un enfoque individual y tengan en cuenta no solo los requisitos del empleador, sino también las cualidades personales del candidato. Hay profesiones que exigen una rápida reacción y agudeza visual, en las que incluso la experiencia y la alta cualificación no son un argumento serio y una garantía de que podrán hacer su trabajo mejor que un joven especialista.
Para algunos profesionales calificados, como los abogados, la experiencia es una especie de anteojeras que les impide mirar el problema desde otro ángulo. En tales casos, un joven especialista que haya estudiado según las últimas normativas puede convertirse en una adquisición más rentable para la empresa, a pesar de que necesitará una formación durante algún tiempo. Por otro lado, un profesional con nombre y su propia base de clientes también estará siempre en demanda.
Al contratar nuevos empleados, debe tener en cuenta la situación del personal en cada empresa específica. Si ya existe una columna vertebral experimentada de especialistas calificados, tiene sentido en el futuro formar un equipo con la participación de especialistas jóvenes menos experimentados, que serán capacitados por colegas más capacitados. En el caso de que la empresa carezca claramente de profesionales con experiencia, habrá que dar preferencia en la contratación a quienes ya cuenten con la titulación necesaria, incluso si se trata de personas en edad de prejubilación.