Las primeras impresiones siempre son importantes para establecer contactos comerciales, especialmente si la cooperación comienza con una conversación telefónica. Para evitar que el inicio de una conversación de negocios se arruine, es necesario observar varias reglas de etiqueta telefónica.
Instrucciones
Paso 1
Ocúpate de los sonidos de fondo. Hacer una llamada importante en una calle ruidosa o en transporte público no es la mejor solución. El interlocutor no te escuchará, sino el rugido de los autos, por lo que la conversación se convertirá en una serie de preguntas y aclaraciones constantes. Busque un patio tranquilo o posponga la llamada hasta que llegue a casa o al trabajo.
Paso 2
Presentarte. No olvide pronunciar claramente su nombre, apellido y el nombre de la empresa en la que trabaja, incluso si ya ha llamado a este número. Si esta es tu primera llamada, debes decir tu apellido varias veces para que el interlocutor lo escuche correctamente. Para que no suene demasiado intrusivo, preséntate inmediatamente por tu apellido y luego repítelo, agregando tu nombre completo.
Paso 3
Asegúrese de llegar al lugar correcto y hablar con la persona con la que planeó. Espere hasta que el interlocutor se presente, o especifique el nombre de la empresa, el nombre, el apellido y el cargo del empleado que respondió usted mismo al teléfono. En el futuro, diríjase al interlocutor por su nombre, incluso si está hablando solo con la secretaria.
Paso 4
Compruebe si es conveniente que la otra persona hable en ese momento. Es mejor saber inmediatamente qué tan preparada está la otra persona para la conversación que no ser interrumpida en medio de la conversación. Si se le solicita que vuelva a llamar más tarde, marque cuándo le resultará conveniente. Es mejor decir una frase afirmativa con entonación interrogativa. Por ejemplo: "¿Te devolveré la llamada en 20 minutos?" No le pida al interlocutor que vuelva a llamar por su cuenta, si no se lo ofrece él mismo.
Paso 5
Proporcione el propósito de su llamada. Trate de no utilizar frases largas, construcciones confusas. Cada oración debe contener sólo un pensamiento, ser breve, clara y directa al grano. La otra persona apreciará que le esté ahorrando tiempo. Cuando están preocupadas, muchas personas aceleran el ritmo de su discurso. Trate de evitar esto. Debe hablar con calma y con la suficiente lentitud para que la otra persona pueda insertar la palabra en el flujo de su discurso. No debes hablar monótonamente: deja todo el estrés lógico en tu mente, resalta frases especialmente importantes con tu voz.