Cuando un jefe no puede dirigir con sensatez el equipo y el proceso de producción, se comporta de forma caprichosa, se irrita sin motivo, el incentivo para un trabajo fructífero bajo la supervisión de dicho líder desaparece.
Tirano jefe
Vale la pena averiguar primero con qué jefe definitivamente no debe tratar y con cuál puede tratar de encontrar un lenguaje común.
Imagínese: el jefe monitorea constantemente su trabajo debido a la falta de confianza en los empleados, no los considera profesionales, piensa que no pueden trabajar de manera independiente en beneficio de la causa común. O, durante el trabajo, surgen problemas, cuya solución requiere la intervención del jefe, y él no encuentra tiempo para lidiar con ellos. Los empleados, a su vez, no están autorizados a tomar tales decisiones. Como resultado, las complicaciones solo se acumulan, los plazos se violan, la calidad del trabajo sufre o aumenta el número de defectos, surge la tensión y el deseo de desprenderse de dicho trabajo, donde el director es caprichoso en un grado similar y no se notan tendencias positivas..
Este tipo de líder se puede identificar en tan solo unos días de trabajo. En caso de problemas, dicho director desconcierta a todos los empleados con ellos, pero cree que el problema de alguna manera se resolverá por sí solo. Organiza discusiones interminables sobre la única dificultad, cuyo objetivo es la adopción de la única decisión correcta e innegable. Intentos de implementar innovaciones que de ninguna manera son adecuadas para una empresa en particular, solo causan confusión en el flujo de trabajo de todo el equipo. Aumenta su prestigio a costa de los empleados de menor rango, perdiéndose a los ojos de sus iguales y perdiendo el respeto entre los compañeros.
Cómo trabajar bajo el control de un jefe tirano
¿Y si el líder es propenso a regañar? ¿Cómo ponerse bien en una empresa así? ¿Puedes siquiera esperar construir tu carrera bajo el liderazgo de un jefe así? Puede que se sorprenda, pero de todos modos, ¡es muy posible! Existe la oportunidad de trabajar, cumpliendo todas sus órdenes, apoyando su enfoque díscolo de la administración, y lo más importante, haciendo su propio desarrollo de la manera necesaria o buscando gradualmente un trabajo que sea más adecuado para usted.
Definitivamente no vale la pena retrasar el despido si el alcohol tiene poder sobre su director, e incluso los empleados están involucrados en compartir sus adicciones. Dicho equipo está saturado de relaciones informales, se forman líderes detrás de escena y el resto de los empleados están subordinados informalmente a ellos. Es decir, el director no tiene peso en la organización, toda su autoridad la comparten los superiores no oficiales. Un equipo así debería dejarse sin dudarlo.