La propiedad común es la propiedad de una propiedad por parte de varias personas. Dicha propiedad puede contener una parte divisible e indivisible, así como su totalidad. La propiedad común se divide en dos tipos: compartida, cuando se determina la participación de cada uno, y conjunta, cuando no se determina la parte de cada uno.
Un ejemplo típico de propiedad conjunta es una granja; herencia, cuando los propietarios no determinan legalmente las acciones al recibir la propiedad. Esto también incluye la adquisición de una cosa o propiedad por parte de los cónyuges. La peculiaridad de tal propiedad es que los sujetos entablan relaciones legales no solo con un número ilimitado de personas, sino también entre sí, creando ciertas reglas para la propiedad conjunta. Sin embargo, los propietarios entablan relaciones con terceros juntos.
Concepto de propiedad conjunta
La propiedad conjunta es un tipo de propiedad común donde no existe una definición clara de la participación de cada uno. La enajenación de dichos bienes se realiza exclusivamente con el consentimiento de todos sus participantes. Cada uno de ellos tiene derecho a disponer de la propiedad conjunta sujeto al consentimiento común. Si la enajenación de la propiedad conjunta se produce sin observar las facultades necesarias de consentimiento común, podrá ser invalidada a juicio de otros propietarios. La división de tal propiedad solo es posible después de que se determina la participación de cada uno.
Características del surgimiento de la propiedad conjunta
Hay tres formas de aparición de la propiedad conjunta: economía agrícola o campesina; asociación hortícola, hortícola o dacha; propiedad conjunta de los cónyuges. Una economía agrícola o campesina pertenece a todos los que participan en la propiedad conjunta, a menos que se hayan establecido otros acuerdos: propiedad compartida o separada y su disposición sobre la base de un simple acuerdo de asociación. El procedimiento para la enajenación de dicha propiedad se determina por acuerdo de todos los titulares de derechos. Además, por conveniencia, se puede designar al jefe de familia para que decida los principales problemas.
En una asociación de jardinería, la transferencia del derecho a la propiedad conjunta solo es posible entre los miembros de la asociación. Esto sucede exclusivamente con el consentimiento de todos los participantes en la propiedad conjunta. A menudo, estas decisiones se toman en juntas generales. En la propiedad conjunta de los cónyuges, cuando uno de ellos concluye una transacción para la enajenación de bienes inmuebles, se requiere el consentimiento notarial del otro cónyuge. Si no hay ninguno, el cónyuge tiene derecho a impugnar la transacción y probar su nulidad en los tribunales. Esto se puede hacer en el plazo de un año, a partir del día en que se enteró o debió haberlo hecho. Siempre que exista un contrato matrimonial, es necesaria su presentación, ya que con la ayuda del mismo se puede cambiar el régimen legal de los cónyuges y la posibilidad de disponer de los bienes mancomunados.