El trabajo ocupa un lugar no menos importante en la vida de una persona moderna que su familia. La cantidad de vida cómoda que pueda permitirse para él y sus seres queridos depende del tamaño de su salario. Es por eso que los conflictos con el jefe a menudo se convierten en los culpables del estrés y la depresión de la persona promedio. ¿Cómo puede protegerse de su jefe?
Instrucciones
Paso 1
La vieja sabiduría dice: "Pasadnos más que todos los dolores y la indignación señorial, y el amor señorial". Indica dos polos de la relación entre el jefe y el subordinado. Y ambos son negativos. ¿Cómo puede protegerse si su jefe de repente se vuelve hostil o se interesa abiertamente por usted?
Paso 2
Piense en una situación en la que su jefe, que hasta ahora no ha demostrado ser un tirano, de repente comienza a mostrar hostilidad y sarcasmo en relación con sus cualidades comerciales. ¿Qué puede hacer para resolver su relación? Si un arrebato de ira e irritación en su dirección se produjo de forma completamente inesperada, lo más probable es que haya sido causado por alguna otra fuente, y simplemente cayó bajo la "mano caliente". Espere un par de días, tal vez su jefe cambie de opinión y se disculpe. Si no es así, intente hablar con él. Elija un momento en el que no esté ocupado con asuntos urgentes y no tenga prisa. Trate de ser conciliador en su conversación. Pídale que le explique la razón por la que critica su actividad profesional, en lo que ve su error. Si el jefe es inteligente, usará su mano extendida y podrá discutir con calma el punto doloroso durante el cual ocurrió el estallido de ira.
Paso 3
La situación con el amor excesivo del jefe por tu persona no suele ser menos grave que la anterior. Y el método de aclarar la relación en este caso, puede elegir el mismo. En un ambiente relajado, hable con su jefe y explíquele las razones de su negativa. No infrinjas su hombría, no amenaces, pero no dejes ninguna laguna para el acoso continuo. Lo más probable es que su jefe, como usted, no esté interesado en el escándalo o la publicidad. En este caso, te dejará en paz. Si la conversación no tuvo efecto, tiene dos opciones: renunciar o demandarlo. En cuanto al segundo, entonces debes ser consciente de que este método es impopular en nuestro país y tendrás que pasar por miradas de reojo, risas, conversaciones a tus espaldas y, muy probablemente, aún tendrás que renunciar a este trabajo. En cualquier caso, tú decides. Y si se siente fuerte en sí mismo, defienda su honor en la corte.