A menudo, los jefes liberan su ira hacia los subordinados. No todo el mundo puede tolerar tal abuso psicológico. Por eso es necesario conocer los métodos para afrontar la agresión.
Si comprende que el jefe está de mal humor hoy y tiene que reunirse con él, imagine una situación de conflicto de antemano. Juega en tu cabeza lo que podría pasar. Sea claro acerca de sus frases de respuesta que no sonarán groseras, pero protegerán su dignidad personal.
Otra buena forma de combatir la agresión es sonreír. El estado de ánimo tiende a pasar de una persona a otra. El jefe, al ver en su rostro una sonrisa benevolente, simplemente no puede desempeñar el papel de un empleador estricto.
Para contrarrestar la agresión del jefe, finge que no eres el objetivo de la agresión del jefe. Observa la situación desde la perspectiva de otra persona o incluso de un objeto. Imagínese lo que está sucediendo en el mundo en este momento: la gente muere, ocurren cataclismos, las galaxias explotan. En el contexto de los problemas universales, la ira del jefe le parecerá una mera insignificancia.
Las frases neutrales son una buena forma de contrarrestar la ira. Estos incluyen los siguientes: "sí, lo es", "estoy completamente de acuerdo contigo", "qué hacer, la vida es así". La repetición repetida de estas frases puede llevar al empleador al estupor. De hecho, no dirás nada ofensivo, pero estas frases le harán saber a tu jefe que no estás de humor para un conflicto.