Ir a trabajar con alegría es algo que a muchos les gustaría, pero no a todos. Y ni siquiera es el trabajo en sí, sino las personas que te rodean allí. Encontrar un lenguaje común con todo no es tarea fácil. Es difícil, pero posible.
La primera regla es no ser llamado holgazán en el equipo. Conversaciones como “por qué está sentado y no hace nada, pero aquí tiene que arar como papá Carlo”, por regla general, surgen como una de las primeras y nunca conducen a nada bueno. Además, demuestre constantemente su competencia, porque esto es garantía de algún tipo de autoridad y respeto. Si toma periódicamente el lugar de la persona que habla del Papa Carlo, deshacerse rápidamente de este mal hábito. No tenga celos, es poco probable que el "no hacer nada" pueda construir una carrera exitosa.
Si tus compañeros de trabajo te molestan con sus defectos, reprime tu idealismo y enciende la indulgencia. Afortunadamente, estas carencias no son tuyas, aunque, como recordarás, a los ojos de los demás … Solo evita los enfrentamientos con estas personas en base a su imperfección.
No juzgues, pero no serás juzgado; esta es realmente una verdad inmutable, especialmente en la vida de la oficina. No juzgues a una persona por las palabras de otra persona. Porque las palabras de otras personas son, por regla general, un teléfono dañado. Trate de no chismear y evaluar a otras personas objetivamente.
En realidad, no cuentes chismes. La crítica a otros empleados, y especialmente a la dirección, es una tarea ingrata. Incluso si las acciones incorrectas de otra persona son obvias. Si no puede evitar tales discusiones, adopte una posición observadora. Tenga cuidado con las palabras, incluso las paredes tienen oídos y no todas las personas son verdaderos ángeles.
Nunca intimide a sus colegas. Este es el lugar donde trabajas, y no arreglas las cosas y no luchas. Al principio, trate de vigilar a las personas. Después de un tiempo, se mostrarán de un lado u otro. A menudo sucede que alguien que inicialmente te pareció hostil establecerá posteriormente la relación más confiable contigo en el trabajo.
Sin embargo, no espere agradarle a todo el mundo. La gente suele discutir entre sí. Pero no le prestes demasiada atención. Si hace su trabajo de buena fe y no se entrega a la palabrería, no tiene nada de qué preocuparse. Y recuerde, el trabajo no es su familia. Solo mantén un ambiente amigable y sé tú mismo.