En los negocios, las negociaciones juegan un papel importante. Es sobre ellos que se deciden las nuevas formas de desarrollo de las empresas, la naturaleza de las relaciones con los socios y los competidores. Un buen comienzo de las negociaciones proporciona un excelente comienzo para una conclusión favorable.
Necesario
información sobre el interlocutor
Instrucciones
Paso 1
Familiarízate con las partes presentes de antemano. Antes de comenzar las negociaciones, averigüe con quién se tratará exactamente. Recuerda que cuanto mejor conozcas las características de tu oponente, más fácil te resultará controlar la situación. Si está familiarizado con su futuro interlocutor, intente recordar qué aspectos de la conversación pueden molestarlo o complacerlo. En el caso de que el interlocutor no le sea familiar, pregunte a las personas que ya se han ocupado de él, podrán decirle qué táctica de comportamiento es mejor elegir.
Paso 2
No llegues tarde. Es poco probable que las negociaciones que comienzan tarde conduzcan a algo bueno. Tu oponente será antipático, incluso si sus intenciones no lo fueron originalmente. Si aún llega tarde, intente identificar los aspectos positivos de esto y cuéntele a la otra persona sobre ellos. Por ejemplo, si se están llevando a cabo negociaciones en su oficina, dígales que su tardanza permitió que la otra persona se adaptara mejor al entorno.
Paso 3
Debe comenzar su discurso con una declaración clara de los requisitos para el interlocutor. Sin embargo, no debe haber agresión en sus palabras. Indique específicamente todos sus deseos y planes. Escuche atentamente al interlocutor, intente determinar cómo puede llegar a un compromiso.
Paso 4
Desarrolle una conversación colaborativa. Su interlocutor debe entender que su objetivo no es dictar sus términos, sino encontrar un acuerdo que sea conveniente para todos. Sea amigable y acepte la información entrante de manera apropiada.
Paso 5
No olvide su sentido del humor. Las negociaciones que se inicien con una broma crearán una atmósfera agradable y pondrán a la audiencia en la onda correcta. Pero esto no significa que tengas que contar chistes constantemente. El humor debe ser sutil e inteligente, de lo contrario, el oponente puede dudar de la seriedad de tus intenciones.