El alto desempleo tiene un efecto negativo sobre el estado psicológico de las personas, la macroeconomía e incluso la política. Los expertos investigan cuidadosamente este fenómeno con el fin de desarrollar los métodos más efectivos para enfrentarlo. En particular, identifican muchos tipos, formas y tipos de desempleo y desarrollan un método especial para resolver el problema en cada caso.
¿Cuáles son las formas de desempleo?
Por regla general, solo hay dos formas principales de desempleo: este fenómeno puede ser masivo y parcial. En consecuencia, la diferencia entre estas opciones radica en el número de personas que no están empleadas en ningún lugar.
El desempleo parcial es un fenómeno natural que ocurre en diferentes países y no causa gran preocupación. En este caso, una pequeña parte de la población permanece desempleada por diversos motivos, entre ellos despidos, deseo de cambiar de puesto, etc.
El desempleo masivo está asociado con problemas muy graves en la economía de un país o de varios países. Surge durante una crisis aguda, cuando se cierran un gran número de empresas, se eliminan puestos de trabajo y la gente se queda sin trabajo y casi sin oportunidad de conseguirlo. Vale la pena señalar que el desempleo masivo puede manifestarse dentro de una ciudad y no en todo el estado. Por lo general, esta situación surge en los casos en que se cierra una empresa o varias empresas que proporcionaban empleo a la mayoría de las personas en una localidad determinada.
Los principales tipos de desempleo y las diferencias entre ellos
Existen muchos tipos de desempleo, que se distinguen según diferentes criterios. Suelen hablar de desempleo forzoso y voluntario. En el primer caso, una persona simplemente no puede conseguir un trabajo debido a la falta de vacantes o un nivel de competencia demasiado alto. En el segundo caso, las propias personas rechazan muchas ofertas, porque no están satisfechas con la ubicación de la oficina, el nivel de salarios, un conjunto de responsabilidades y otros puntos.
El desempleo también puede ser volátil y estructural. El primer caso es generalizado: incluye todas las situaciones en las que las personas dejan el trabajo, eligen vacantes estacionales y trabajan solo en determinadas épocas del año, o no pueden conseguir un trabajo inmediatamente después de graduarse. El segundo caso es mucho más grave: implica una seria reestructuración económica, la aparición de nuevas vacantes para las que aún no hay especialistas con las calificaciones requeridas y la obsolescencia de algunas profesiones.
Finalmente, vale la pena considerar tres tipos más: institucional, friccional y oculto. En el primer caso, el problema radica en la política especial del Estado, que lleva a una reducción del número de puestos de trabajo. El desempleo friccional sugiere que la mayoría de los desempleados buscan vacantes atractivas y, debido a las altas necesidades, aún no pueden encontrarlas. El desempleo oculto ocurre cuando las personas ocultan su posición a la sociedad y al estado.