Cada producción tiene sus propias características, pero para los jefes de departamento existen reglas generales de conducta y principios por los que actuarán con el fin de garantizar que el departamento que se les encomiende cumpla con las tareas asignadas. Liderar un departamento no solo es honorable, sino también responsable, ya que es el gerente quien tiene la tarea de organizar el trabajo del equipo, brindar a sus empleados todo lo que necesitan y motivar a todos.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, piense en el trabajo de su departamento: qué tareas se le asignan y qué herramientas y métodos tiene para resolver este problema con éxito. Debe comprender claramente todos los matices del proceso de producción y tener una idea de todas las tecnologías que se utilizan en él.
Paso 2
Mucho depende del equipo, por lo que conviene conocer las capacidades de cada persona, las peculiaridades de su carácter, psicotipo, para poder establecer de manera competente su tarea para todos. Habla en privado con cada empleado de tu departamento, cuéntanos sobre las tareas que tendréis que resolver juntos. Dígale al empleado qué se le asignará y enfatice la importancia de su trabajo. Escuche las sugerencias que puedan expresarse durante dicha conversación, piense en ellas.
Paso 3
En la junta general, establezca tareas para el equipo y dígales cuál será el criterio de trabajo concienzudo para usted. Discuta los problemas de disciplina, control y responsabilidad de inmediato. Motive a su equipo y hable sobre cómo se estimulará el trabajo concienzudo y creativo, haga que las personas se interesen en resolver problemas comunes.
Paso 4
Establezca como regla tener reuniones periódicas en las que los empleados informen sobre lo que se ha hecho y lo que se planea hacer. Cada empleado, por lo tanto, será responsable no solo ante usted, sino también ante el equipo, por lo que habrá menos compañeros que quieran defraudar.
Paso 5
No fomentes las denuncias y los chismes. Exprese su insatisfacción con el empleado. No hagas tus favoritos y favoritos. La evaluación del trabajo de todos debe ser objetiva. Si los empleados saben esto, entonces el rendimiento de ellos aumentará notablemente. Trate de no hacer comentarios y reprimendas a sus empleados frente a todos; para ello, elija un lugar donde pueda hablar con ellos en privado. Al contrario, es necesario animar públicamente y no olvidar hacerlo, incluso de palabra.