Ahora los procesos educativos y de crianza van separados unos de otros. Puede resultar difícil combinar ambas actividades en una escuela moderna. A menudo, cuando un maestro se entera de que uno de sus alumnos está fumando, debe tomar una decisión sobre si informar o no a los padres del alumno.
¿Fuma el niño?
El docente debe brindar a los estudiantes no solo educación, sino también trabajar con ellos en la educación. Ahora, muchos niños están dominados por un comportamiento desviado, es decir, una cierta desviación de las normas sociales y morales. Esto incluye fumar.
¿Qué debe hacer un maestro si sospecha que un estudiante anhela los malos hábitos? Primero, no debes actuar precipitadamente y decírselo a tus padres de inmediato. Puede suceder que el alumno emita olor a tabaco, pero en realidad no fumaba. Esto puede suceder si un estudiante conducía un automóvil con un padre que fuma. En segundo lugar, si un estudiante realmente está desperdiciando su salud con el humo del tabaco, debe decidir cómo proceder.
¿Debería decirse a los padres que su hijo fuma?
No es apropiado hablar de la maestra aquí. Más bien, la pregunta es diferente. Si decirle o no a mamá y papá que su hijo o hija fuma. Es imposible responder a esta pregunta de manera inequívoca. En un caso, será apropiado notificar a los padres, en el otro, para dejarlos en la oscuridad. Cada maestro actuará a su manera, o más bien según su educación y crianza. El maestro debe combinar dos cualidades: buena crianza y educación. Puede llevarse bien con los estudiantes, pero no dar buenos conocimientos. Lo contrario también es cierto. El maestro puede ser inteligente, pero los estudiantes no escucharán sus palabras.
Un maestro profesional, habiendo notado a un estudiante fumador, debe hacer lo que dice su educación. Si hace la pregunta de si un maestro tiene el derecho o debe notificar a los padres sobre los malos hábitos de sus hijos, la respuesta será sí. Sí, el profesor tiene derecho a hacer esto, pero no está obligado. Siempre hay que pensar en las consecuencias. Al dar esta información a los padres, puede arruinar por completo la relación con el estudiante y agravar la situación.
Debe permitir que los estudiantes se den cuenta de su error por sí mismos y que voluntariamente tomen el camino correcto.
Informar a los padres es lo último que puede hacer un maestro. Esto hablará de su inadecuación profesional como educador.
Lo que pase dentro de los muros de la escuela debe permanecer ahí. Primero, siempre debe intentar resolver el problema dentro de las paredes de la escuela.
Sin embargo, si el maestro decide informar a los padres que su hijo fuma, debe hacerlo tete-a-tete. En ningún caso se debe divulgar dicha información frente a otros estudiantes o padres.