El sistema legal anglosajón es una colección de normas legales que son características de los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros territorios que alguna vez estuvieron unidos en el Imperio Británico. La historia y las características de este sistema permiten comprender su impacto en el desarrollo de estos países.
Historia
Las antiguas colonias del Imperio Británico adoptaron normas legales uniformes, que se combinaron en el sistema legal anglosajón. Hoy, casi un tercio de la población mundial vive de acuerdo con los principios que fueron formulados en la ley inglesa. Esta estructura legal se remonta a la Edad Media, durante la conquista normanda de Inglaterra. En ese momento, las leyes fueron creadas por reyes y otras personas pertenecientes a la dinastía real. Las cortes celebradas en la capital del país conquistado tenían estatus real, el antiguo orden fue reemplazado por los normandos. Es por eso que las decisiones que se tomaron en estos tribunales tuvieron fuerza legal que nadie pudo impugnar.
Así, al considerar cualquier caso, los jueces del rey tomaban decisiones, en las que se guiaban por sus propias reglas. A menudo usaban costumbres que no tenían parte legal. Las decisiones llegaron a otros jueces, quienes debían seguir las mismas reglas. Aquí es donde se origina el precedente, un modelo obligatorio para otros casos similares, que ayuda a resolver muchos casos.
Después de que se produjo el declive del sistema económico feudal, y la burguesía y las ciudades comenzaron a crecer rápidamente, otro tipo de ley entró en la historia. Su esencia es que el canciller del rey resolvió disputas que antes solo las resolvía el monarca. Este poder legislativo pasó a denominarse derecho a la equidad.
Peculiaridades
La peculiaridad del sistema legal anglosajón radica en el hecho de que las normas legislativas constan de muchos precedentes. Además, hasta el día de hoy, la base del sistema legal de la sociedad del Reino Unido es la legislación que se desarrolla sobre la base de decisiones judiciales. Esto lo distingue del derecho civil, ya que las reglas son elásticas y no tan monolíticas.
Cabe destacar que el ordenamiento jurídico inglés nunca ha conocido los códigos multivolumen que son tan característicos del resto de Europa. Todos los tribunales disponibles en el país están unidos por una jurisdicción, por lo tanto, un mismo tribunal tiene derecho a considerar casos de derecho penal, administrativo, civil, etc. La jerarquía de tal estructura legislativa tiene lugar solo entre precedentes, cuya vinculación depende solo del nivel del tribunal que la aprueba. Las decisiones tomadas por el Tribunal Superior, el Tribunal de Apelación y la Cámara de los Lores tienen la máxima fuerza vinculante.