Al comunicarse con un subordinado, será óptimo seguir la regla de la media áurea. Por un lado, no se debe permitir la familiaridad. En cualquier relación comercial, existe una jerarquía, subordinación y en el trabajo hay una serie de responsabilidades, que está obligado a exigir a sus subordinados. Por otro lado, humillar a su empleado es inaceptable, incluso si está fundamentalmente equivocado.
Es necesario
cumplimiento de los estándares de etiqueta empresarial y las normas de cortesía generalmente aceptadas
Instrucciones
Paso 1
Lo primero que cualquier gerente debe entender bien: la regla "Yo soy el jefe, tú eres un tonto" es cruel. Cada demanda, reclamo, etc. debe ser razonado.
Al mismo tiempo, “es tu responsabilidad” o “no cumple con los requisitos corporativos” sirve como razonamiento suficiente, pero con la condición de que realmente esté incluido y no corresponda.
Si el empleado ha demostrado que está equivocado en algo, no es una pena admitirlo. Es vergonzoso apelar a la subordinación, dándose cuenta de que estás equivocado.
Paso 2
La pregunta fundamental para muchos es cómo dirigirse entre sí: “tú” o “tú”. Aquí debe comprender que la tradición de dirigirse a los subordinados usando "usted" y por su nombre cuando se exige una respuesta "usted" y el nombre y el patronímico se hereda del aparato del partido soviético (y también es aceptado por los funcionarios actuales), no pertenece a los mejores.
Si la empresa ha adoptado una apelación a "usted", entonces debe hablar con los subordinados, pero la transición a "usted" sólo es mutua permisible. Entonces, es una costumbre, en particular, en las subdivisiones rusas de las empresas occidentales: recurren a los jefes que usan el nombre "usted", pero no saben que su nombre patronímico es innecesario. Una excepción es solo si el propio empleado no se siente cómodo con esto.
Paso 3
Es inaceptable levantar la voz a un subordinado. Lo mismo ocurre con los insultos.
Incluso las comparaciones relativamente inofensivas en el espíritu de "calidad de trabajo de estudiante a estudiante" deben evitarse.
Si es necesario rehacer el trabajo, el empleado sacará las conclusiones adecuadas por sí mismo; basta con señalarle lo que está objetivamente mal.