La gestión de personal es una de las tareas principales y más responsables a las que se enfrenta el responsable. En el proceso de llevar a cabo las actividades de producción, es necesario dirigir las acciones del personal, desarrollar decisiones de gestión y establecer tareas para que los empleados mejoren la eficiencia del trabajo.
Instrucciones
Paso 1
Forme un equipo de gestión bien coordinado. El jefe de una gran empresa, con todas sus fuerzas, es incapaz de controlar todas las áreas de la empresa y las etapas del proceso de producción. Encuentre gerentes competentes que serán responsables de áreas específicas de trabajo. Los criterios para elegir a los jefes de las unidades estructurales deben ser no solo la competencia profesional, sino también la capacidad de comunicación.
Paso 2
Al tomar decisiones de gestión, busque las opiniones de los mandos intermedios y los representantes del equipo. Para que el trabajo sea efectivo, cada empleado debe tener una idea de las metas y objetivos generales de la empresa. También es importante que el gerente tenga una idea de cuán realistas parecen estar subordinadas las opciones para el desarrollo de la producción y el tiempo de actividades específicas.
Paso 3
Crear un sistema de control sobre la implementación de decisiones de gestión. Introducir medidas de verificación y control en el plan de trabajo, así como introducir un sistema de informes periódicos de los jefes de áreas de producción individuales. Un control claro y bien definido mejora la calidad del trabajo y disciplina a los empleados.
Paso 4
Organice la retroalimentación entre los empleados y el gerente de la empresa. Esto se puede ayudar con reuniones de trabajo con la invitación de representantes del colectivo laboral, así como del jefe de horario de oficina, lo que permitirá recibir información de primera mano sobre posibles problemas dentro del equipo. La respuesta correcta y oportuna a las quejas y sugerencias de los empleados ayuda a extinguir oportunamente los conflictos dentro de la empresa.
Paso 5
Piense en un sistema de motivación de los empleados. Uno de los incentivos más poderosos para trabajar son las recompensas monetarias. Pero no debes limitarte solo al pago de bonificaciones por el cumplimiento de los objetivos planificados. Los incentivos morales son casi rentables, pero pueden ser una herramienta poderosa para mejorar el desempeño del personal. Un ejemplo es la organización de un concurso público por el título de los mejores en la profesión o la publicación de fotografías de líderes en el Salón de la Fama.