La muerte del acreedor no anula en absoluto la obligación de pago del deudor. Sin embargo, no hay necesidad de apresurarse a saldar la deuda. Primero, es necesario establecer los herederos legales del fallecido.
Es necesario
recibos o extractos bancarios
Instrucciones
Paso 1
Si se entera de la muerte del acreedor, suspenda los pagos. Esto no significa que se cancelará su deuda. Pero dado que los herederos del difunto son los sucesores legales, primero es necesario establecer su identidad. Tenga en cuenta que además de los herederos por ley, puede haber herederos por testamento.
Paso 2
Dentro de los seis meses posteriores a la muerte del acreedor, su deuda será congelada. Durante este tiempo, los herederos deben ejercer sus derechos legales. Una vez que uno o más de ellos reciben los certificados correspondientes del notario, tienen derecho a solicitarle el cobro.
Paso 3
No acepte reclamos de herederos antes de su ingreso. Si hay varios herederos, puede surgir un problema: con quién pagar exactamente. Puede acudir a la corte para resolver este problema. Realiza una declaración de reclamación, en la que proporcionas un historial de tu caso y solicitas un nuevo procedimiento de pago. Debe hacer lo mismo si sus obligaciones de deuda significan intereses sobre el pago atrasado.
Paso 4
Prepárese para su juicio. Busque recibos o extractos bancarios que prueben los pagos que ya realizó. Si no está satisfecho con la decisión del tribunal, puede apelar e iniciar una reconsideración del caso.
Paso 5
Una vez identificado un nuevo prestamista, puede renegociar el contrato a su nombre. Después de la liquidación final, solicite un recibo que indique que sus obligaciones de préstamo se han cumplido en su totalidad. Verifique el recibo con un notario: en caso de disputas financieras o la aparición de nuevos herederos, este documento protegerá sus derechos.
Paso 6
Si el acreedor fallecido no tiene herederos directos, no se apresure a averiguar exactamente a quién le debe el dinero. Las obligaciones de cobranza recaen en los sucesores del acreedor. Quizás después de un tiempo reciba una citación, donde se decidirá el destino de su préstamo.