En 1941, el especialista en marketing estadounidense Alex Osborne ideó un método de lluvia de ideas para encontrar ideas rápidamente. Posteriormente, comenzó a aplicarse no solo en publicidad, sino también en educación y áreas donde se necesita actividad creativa. Normalmente, la lluvia de ideas consta de tres etapas. Vamos a conocerlos.
Formulación del problema
Para empezar, necesitas armar un equipo y dividirlo en dos grupos: generadores y críticos (o una comisión). La selección de participantes depende en gran medida de las características específicas del problema. Este último, a su vez, debe plantearse claramente y representar una pregunta y no un conjunto de preguntas relacionadas. Si hay varios problemas en la agenda de la reunión, entonces es más racional resolverlos según su complejidad o importancia.
Generación de ideas
Esta es la etapa creativa, en la que tiene lugar la solución del problema / problema. Es muy importante crear una atmósfera libre, use el método de la corriente de conciencia. Es mejor elegir una persona que anote todas las opciones propuestas sin restricciones, incluso las más absurdas. En este caso, las ideas pueden combinarse colectivamente, "ajustarse", mejorar.
Evaluación y selección
Una etapa igualmente importante que resume todos los pasos anteriores. Ahora los datos deben transmitirse a los críticos. Analizan todas las ideas, filtran las innecesarias y evalúan las interesantes y eficaces. El resultado de esta etapa depende en gran medida de la coherencia del trabajo de los miembros del grupo, una única dirección de su pensamiento.
- En la lluvia de ideas, es más correcto involucrar a empleados de diferentes puestos y rangos. En este caso, la generación de ideas se realiza mejor en orden ascendente. Esto evitará el efecto psicológico: "acuerdo con las autoridades".
- A menudo, al final de una sesión de lluvia de ideas, dos opciones para resolver un problema resultan estar en juego. La última palabra en esta etapa la tiene el líder / jefe de la empresa. Dado que normalmente no tiene sentido votar por el interés de las partes.