Es comprensible, la emoción que siente un solicitante de empleo cuando va a una entrevista con la esperanza de conseguir el puesto deseado. Pero pocas personas se preparan seriamente para tal reunión con el representante de un empleador. Para la mayoría, este es uno de los puntos en los que pueden tener suerte con el empleo. Por lo tanto, muchos simplemente confían en la suerte, el buen humor del oficial de recursos humanos o incluso el encanto personal. De hecho, es en este enfoque donde se encuentran la mayoría de los fracasos, y el tiempo para encontrar el trabajo adecuado se vuelve muy largo.
Instrucciones
Paso 1
Cuando reciba una invitación para una entrevista, comience a preparar la reunión de inmediato. Empiece por recopilar información sobre la organización que lo invitó. Pregunte a sus conocidos, utilice los servicios de Internet para conocer los requisitos para los empleados de la empresa. Esto puede ser un estricto código de vestimenta, disciplina, etc. Considere cómo puede demostrar su voluntad de cumplir con los estándares aceptados.
Paso 2
Habiendo estudiado el material recopilado, proceda a formar la imagen del empleado ideal de esta empresa. Puede ser un peinado elegante y un traje a medida o, por el contrario, una manifestación de creatividad que puede coincidir con el ambiente de la empresa y el puesto al que se postula. Lo mismo ocurre con la forma de comunicación. Demuestre un estilo de comunicación empresarial utilizando términos profesionales cuando discuta sus habilidades o la capacidad de apoyar cualquier estilo de comunicación si es necesario para el trabajo futuro.
Paso 3
Llegue a su entrevista a tiempo. No debe aparecer en la oficina durante media hora para lavarse en el pasillo, demostrando la disponibilidad de tiempo libre y el desempleo total (inutilidad para otros empleadores). O, lo que es peor, molestar a los trabajadores de recursos humanos al mirar a escondidas a la oficina y recordarles su propia presencia.
Paso 4
Por supuesto, no deberías llegar tarde. Esto demostrará que no respeta a su contraparte y que no tiene en cuenta la disciplina en general, lo que reducirá drásticamente sus posibilidades de conseguir un trabajo, incluso si se disculpa durante mucho tiempo. Déjese guiar por el adagio actual "La precisión es la cortesía de los reyes". En la versión moderna, sonaría como "grandes trabajadores".