Al observar la etiqueta comercial, el empleado se asegura contra conocidos fallidos de gran importancia y negociaciones comerciales fallidas. Convencionalmente, el nivel de etiqueta se evalúa de acuerdo con varios criterios.
• La apariencia externa del empleado. Debido al hecho de que el entorno empresarial implica un estricto código de vestimenta, los empleados no pueden permitirse vestirse de manera pretenciosa y provocativa. Incluso en ausencia de reglas con respecto a la ropa, debe seguir apegándose a un estilo simple y neutral. Entre las normas generalmente aceptadas, vale la pena señalar la presencia de una apariencia ordenada, un peinado discreto y un traje de un color neutro para los ojos.
• Además de la apariencia, la capacidad de organizar el proceso de trabajo es de particular importancia. El empleado debe ser puntual: llegar al lugar de trabajo a tiempo, entregar sus proyectos a tiempo, etc. También es importante tener cierta habilidad de comunicación, que es la capacidad de responder de manera adecuada y moderada, con un estilo empresarial, incluso a la declaración más provocativa durante una conversación. Se agradece la capacidad de hablar sin perder palabras, exclusivamente sobre temas comerciales.
• Otro punto sutil: toda una característica de un empleado se puede dibujar en su escritorio. Por lo tanto, debe estar en perfecto orden todo el tiempo y no debe haber signos de baja organización de su propietario.
• Además de la capacidad de hablar correctamente, también es importante la capacidad de escuchar correctamente. Es necesario aprender a negociar de tal manera que nunca se cruce la frontera donde termina el respeto al interlocutor. En parte, la impresión del interlocutor se forma durante el gesto más importante en un entorno empresarial: un apretón de manos. Debe ser lo suficientemente fuerte para mostrar confianza y disposición hacia el interlocutor, pero al mismo tiempo no puede ser demasiado fuerte.
• La regla de la lista de prioridades es la ausencia de actividades y conversaciones no relacionadas sobre temas abstractos. Si un empleado muestra tales libertades, esto caracteriza instantáneamente su bajo nivel de responsabilidad. Además, este comportamiento reduce la productividad del equipo en su conjunto.
Por supuesto, incluso el trabajador más experimentado, debido a la imperfecta naturaleza humana, comete errores en su comportamiento de vez en cuando. Pero nadie dice que no debería haber errores en absoluto. Lo principal es la capacidad de admitirlos con sinceridad, ya que esto se valora mucho más que la capacidad de ocultar tus errores y aferrarte a la posición de tu justicia hasta el final.